“Lima Sin Barreras” es una campaña que busca desarrollar diversas acciones de sensibilización para avanzar en la construcción de una ciudad accesible e inclusiva para las personas con discapacidad.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Organizaciones de personas con discapacidad demandan mayor atención del Estado


  • Representantes de asociaciones de personas con discapacidad piden una verdadera inclusión.
  • Solicitan mayor presupuesto para la temática de discapacidad y accesibilidad

 

A unas semanas de aprobarse el presupuesto para el año 2013, representantes de distintas organizaciones de personas con discapacidad hacen un llamado a las autoridades para que presten mayor atención a las personas con discapacidad en los distintos planes, políticas y programas nacionales, regionales y locales. Inclusión es lo que reclaman.

 

La doctora Sonia Malca, presidenta de la Confederación Nacional de Personas con Discapacidad del Perú (Confenadip), ha destacado la necesidad de visibilizar a las personas con discapacidad en la agenda de gobierno. “Ha habido una etapa en que las personas con discapacidad no eran visibles, en la que creía que ese sector era merecedor de dádivas y apoyo. No nos veían como ciudadanos que pueden pagar sus impuestos y que contribuyan al desarrollo del país”, dice Malca cuya asociación representa a 25 federaciones de personas con discapacidad.

 

Malca señala que con la ejecución de la Encuesta Nacional de Personas con Discapacidad, a cargo del INEI, por primera vez tendremos las cifras reales de la cantidad de personas con algún tipo de discapacidad en el país. “La encuesta va mostrar la discapacidad en cifras para así pedir el presupuesto justo para el sector. Hasta ahora las estadísticas son contradictorias y no reflejan la verdadera necesidad. No permiten hacer un trabajo a largo plazo”, dice Malca.  

 

Por su parte, Erika Álvarez, presidenta de la Asociación de Mujeres Sordas, destaca la necesidad de incorporar un enfoque de género en las políticas sobre discapacidad. Erika, fundadora de dicha asociación, encontró hace algunos años que las mujeres con sordera agrupan a una población doblemente discriminada. “Las mujeres sordas no conocen sus derechos. Sobre todo sus derechos al trabajo y a la  salud y orientación sexual. Hay muchas que han sido víctimas de maltrato sexual, psicológico y físico. Las más vulnerables no leen noticias ni están informadas. No saben a dónde recurrir pues las comisarías no tienen un intérprete de señas. Otras son madres solteras que no pueden reclamar la pensión del padre para los hijos, el Palacio de Justicia no tiene una atención preferencial o intérprete de señas”, dice Álvarez.

 

Erika, técnica bancaria y web master, conoce casos de mujeres sordas que han sido víctimas violación sexual y acoso por compañeros de trabajo y hasta por sus propios familiares. Debido a la condición económica de éstas y a la falta de información, varios de estos casos han quedado impunes. “No saben acudir a las instituciones. La línea de emergencia del Ministerio de la Mujer, por ejemplo, no está adaptada para atender las denuncias de mujeres sordas. Incluso, algunas mujeres no saben lo que significa violación, acoso o tocamientos indebidos. Hay casos que no llegan a la policía porque los padres no aceptan la violación”.

 

Por ello, Álvarez pide al Congreso y al Ejecutivo que las políticas de inclusión social del gobierno considere a las personas con discapacidad. “Si no lo hacen, que no hablen de inclusión”, dice.

 

La presidenta de la Asociación de Personas Pequeñas del Perú, Sibel de Souza, pide mayor reconocimiento a las personas de talla pequeña. “Cuando hablan de discapacidad lo relacionan a personas con silla de ruedas. Recién nos han incluido como personas con discapacidad. Requerimos un trato especial”, dice. Tan igual que para un usuario de silla de ruedas, hay muchas barreras para este sector de la población: en el transporte público las gradas son altas, los teléfonos públicos son para gente de talla promedio, hay ascensores con botoneras altas, mostradores elevados.

 

Sibel pide que la sociedad no sea indiferente a las personas de talla pequeña y que haya mayor accesibilidad física bajo un proceso de información incluyéndolos. “Queremos que las nuevas generaciones tengan una vida de mayor calidad”, dice.

 

Discurso de inclusión social debe materializarse en recursos

Los objetivos a corto plazo de las organizaciones son mayores recursos para la temática de discapacidad. Sonia Malca señala que “lo que se tiene previsto invertir el próximo año no es lo suficiente frente a los años de postergación de las personas con discapacidad. Por ejemplo, no se está consignado el presupuesto para las Oficinas Municipales de Atención a la Persona con Discapacidad (Omapeds), que son los que conocen más de cerca la falta de accesibilidad de la ciudad”.

 
El debate de la Ley de Presupuesto del Sector Público para el Año Fiscal 2013 ya se ha iniciado en el Congreso de la República y, a pesar de la inclusión de nuevos programas presupuestales, las personas con discapacidad y sus organizaciones reclaman un incremento sustantivo de recursos que pueda contribuir a reducir la brecha de pobreza y exclusión que afecta a dicho colectivo.

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